sábado, 26 de enero de 2013


NOTA DE MARIANO MARTINEZ, SOBRE LA PELICULA LA PELEA DE MI VIDA!! (:
-¿Entonces mirás combates todos los fines de semana?
No, no miro todo el tiempo. Pero si hay una pelea interesante, y estoy haciendo zapping, me quedo mirándola.
-¿Por qué?
-Porque el boxeo me parece un deporte muy noble. Está bueno. En realidad, los deportes de contacto siempre me gustaron. Por ahí, de chico, lo que más hice fueron artes marciales. Eso era lo que más me gustaba. Pero, repito, los deportes de contacto me gustan en general.
-¿Alguna vez fuiste a ver una pelea al Luna Park?
-La única vez que fui a ver boxeo fue cuando fui a ver a mi compañero de “Campeones”, Pablo Cedrón, que hizo una exhibición. Estuvo buena. Se re dieron con todo. Después no fui a ver otra pelea.
-¿Tuviste alguna etapa de mayor fanatismo?
-Cuando hice “Campeones”, que fueron 3 años, veía boxeo todo el tiempo. El año pasado, cuando surgió lo de esta película, también. Y, claro, ahora que apareció Sergio “Maravilla” Martínez estoy esperando la fecha para ver su próxima pelea (NdR: el 15 de septiembre, contra el mexicano Julio César Chávez Jr, en Las Vegas).
-De alguna manera, el esfuerzo que te implicó tener que entrenar para la película, te hace valorar un poco más el trabajo de los boxeadores, ¿no?
-Y sí, fue muy duro físicamente componer a un boxeador. Muchas horas de entrenamiento. También de ensayo con Fede Amador en las coreografías (así llama a los movimientos que realiza en el combate ficticio con el otro protagonista). Pero fue un lindo trabajo.
-¿Cuánto tiempo te llevó prepararte?
-Tuve mucho tiempo. Hace casi un año que me habían presentado la propuesta. Así que tuve mucho tiempo para poder laburar el personaje, más allá de estar haciendo otros trabajos. Así que si lo hice mal, es porque me tengo que dedicar a hacer artesanías (se ríe).
-¿Cuál es la historia de tu personaje?
-Es un boxeador al que no le fue bien, que se llama Alex Ferraro. Éste vuelve a la Argentina después de diez años. Se autoexilió, y ahora viene a recuperar la gloria, algo que en realidad nunca tuvo. Una vez acá, se entera que tiene un hijo de diez años, y sus objetivos cambian.
-¿Hay algo en común entre vos y Alex Ferraro?
-No sé, él es un tipo muy temperamental. Se va a ver eso en la película. Pero a lo largo del filme tiene una evolución que le permite controlar sus impulsos, esos que lo llevaron a perder cosas importantes en su vida.
-¿Te costó meterte en el papel?
-Me enfoqué en componer a mi personaje, en transmitir lo que a él le pasaba y en mostrar con claridad su transformación, su avance en reparar sus defectos.
-Por lo que contás, es imposible no vincular a esta película con la saga de “Rocky
-Las películas de Rocky me parecen buenísimas, cada una de ellas. Marcaron mi infancia. Pero son distintas.
-¿Te inspiraste en algún personaje de ese filme para interpretar tu papel?
-No, en ningún personaje de Rocky. Ojo, fuera de eso, puedo decir que me gusta Rocky y su espíritu de campeón. Así que ojalá que esta peli tenga el mismo destino.

-¿Y hay algún punto en común entre D'Alessandro de “Campeones” y Ferraro de “La pelea de mi vida”?
-Ehhh... (piensa) Hay una diferencia, y es que yo en esa época tenía 18 años, y ahora tengo 33. Valentín era un boxeador que recién empezaba su carrera, que arrancaba con toda la ilusión de ser talentoso. La historia de Alex es otra. Por eso no encuentro un punto en común, más que el que ambos personajes son boxeadores.
El diálogo termina. Mariano se para, y saluda a los presentes. Luego se pone en guardia. No va a pelear con nadie. Sólo posa para las tradicionales fotos de protocolo, como en cualquier presentación de película. Yo me alejo de a poco, recordando a mi abuelo. Pienso que él, seguro, estará mirándome desde algún lado. Interesado, como yo, en la charla con Martínez y en el estreno de “La pelea de mi vida”. Y a la espera, claro, como Mariano y todos los fanáticos del boxeo, del combate de “Maravilla” en Las Vegas.


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