MARIANO MARTINEZ Y Su Familia En Revista HOLA
Entrevista a Mariano Martinez para revista Hola Argentina 2011
En la edición de la revista Hola Argentina de esta semana, ha salido una entrevista que le han realizado al actorMariano Martinez, quién actualmente se encuentra actuando en Los Únicos. A continuación y gracias a que han subido un fragmento de la misma a su web es que se las queríamos dejar, para que la puedan disfrutar!!
Olivia dice pocas palabras. Muchas en ese idioma extraño, encantador pero incomprensible en que hablan los niños (tiene casi 2 años). Pero hay una que pronuncia con claridad: “Papito”. Y la repite una y otra vez: quiere que papito la empuje en la hamaca, que papito la alce, que papito baile con ella.
Su padre es Mariano Martínez (32), el actor argentino que protagoniza Los únicos y que acaba de estrenar Güelcom, el primer largometraje del director argentino Yago Blanco en el que comparte el protagónico con Eugenia Tobal, su pareja de ficción en la tira de Pol-ka.
Y él accede: la lleva en brazos, la revolea por los aires y juega con Pedro, su perrito: “A Oli le gustan las emociones fuertes”, cuenta Mariano. Cuando la cámara se apaga, abraza a su pareja, la modelo cordobesa Juliana Giambroni(22) y deja en claro que esas dos mujeres hermosas son su prioridad en la vida. Se conocieron cuando él tenía 28 años y ella, apenas 18, y la atracción fue inmediata. Luego de casi dos años, llegó Olivia. Y su vida cambió para siempre. Acostumbrado a ser el sex symbol de las telecomedias argentinas, Mariano se transformó en un padre ejemplar, que defiende a su familia con uñas y dientes y va por el mundo con la certeza de que tiene una gran responsabilidad de la que se hace cargo sin dudarlo. Hoy, en esta nueva etapa, los objetivos son otros: comprar una casa y comenzar una carrera como productor. Y aunque las propuestas de trabajo lo abruman, decidió empezar a decir que no, para pasar más tiempo con las dos mujeres que ama.
–¿Cómo fue la experiencia con Güelcom?
–Buenísima. La pasamos muy bien, la filmación fue hace un año exactamente. Después de seis años de no hacer cine, fue genial que el autor, Yago Blanco, y el director, Maxi Bugallo, me hayan tenido en cuenta. En realidad, fue una idea de Eugenia Tobal. Ella estaba ensayando el guión con el compañero elegido, que era Juan Gil Navarro. Y cuando salió el presupuesto del Incaa, Juan no podía. Fue Eugenia la que me llamó. Me gustó y dije que sí de inmediato.
–¿De qué forma te preparaste para el papel de Leo, que es un psicoanalista?
–En este caso, fue distinto, porque ellos ya tenían en claro cómo era el personaje y me acoplé a lo que el director quería. Por lo general, investigo mucho. Me gusta meterme en el papel que me toca interpretar. Pero, en este caso, los años de terapia que tuve, alrededor de quince, me sirvieron para componer el personaje de Leo. Esa experiencia me sobró.
–¿Se acomodaron a las exigencias de la tira diaria?
Juliana: Me costó mucho adaptarme cuando nació Olivia. Antes estaba muy pendiente, esperando que viniera, pero ya me acostumbré y hago mi vida con naturalidad.
–¿Cómo es tu rutina diaria?
Mariano: Me levanto a las 5 de la mañana, a las 6 salgo y arranco a grabar a las 8. Llego un poco antes para evitar el tránsito y aprovecho para hacer un poco de deporte cerca del canal: voy al gimnasio todos los días. Porque el papel lo requiere más que nunca. Grabamos de 8 a 5 y pico de la tarde.
Juliana: El día se me hace muy largo. A veces pienso: “Que termine este año ya”. Es cansador que todo el año vuelva tarde, tantas horas de grabación… Además, Olivia lo extraña un montón. Lo espera despierta, sentadita. Tiene locura con el padre. Todo el tiempo le dice “te amo”.
Juliana: El día se me hace muy largo. A veces pienso: “Que termine este año ya”. Es cansador que todo el año vuelva tarde, tantas horas de grabación… Además, Olivia lo extraña un montón. Lo espera despierta, sentadita. Tiene locura con el padre. Todo el tiempo le dice “te amo”.
–¿Por eso decidiste no sumarte a la versión teatral de Los únicos?
Mariano: Sí, fue una decisión bastante difícil, porque están todos mis compañeros menos yo (Claudia Fontán también decidió bajarse). Decir que no fue raro, porque yo siempre trato de cumplir y de responderle al público. Creo que hubiera estado bueno, pero tuve que elegir. Los veo a mis compañeros que terminan a las 6 de la tarde, se van a ensayar y terminan a las 9 de la noche. Al otro día están agotados. Además, la obra va a estar todos los fines de semana de septiembre, octubre, y si va bien, noviembre (porque seguro les va bien y siguen). Y yo, ¿qué hago? Dejo una foto en casa…
–Seguramente, como decís, va ser un éxito de recaudación. ¿Eso no influyó para nada en la decisión?
Mariano: Mas allá de que no nos sobra, tampoco nos falta. Y si bien yo pienso en el porvenir, en darnos los gustos, en que no nos falte nada, en que mi hija tenga una buena educación, a veces los “no” son necesarios. Porque necesito estar con ellas. Si todo es laburo o plata, a mí no me llena. Sé que se sacaron un montón de conjeturas, dijeron que estábamos peleados con la gente del elenco y otras cosas. Pero no hay más que eso: quiero estar con mi familia. Tuve que elegir.
–¿Cómo se conocieron?
Juliana: Estábamos en un cumpleaños, yo había ido con alguien de mi familia. El estaba con unos amigos también. Y me tiró los galgos. Nos empezamos a mensajear y nos hicimos “amigos”. Nos juntábamos a tomar mate, a charlar y no pasaba nada… Y yo me lo quería comer crudo. El me decía que era muy chica.
Mariano: Yo estaba en una etapa de muchos cambios. Tenía 28 años y estaba en una crisis existencial tremenda. Tenía que resolver cosas conmigo mismo, mucha agua bajo el puente, alguna más turbia que otra. Y no quería seguir lastimando gente.
Mariano: Yo estaba en una etapa de muchos cambios. Tenía 28 años y estaba en una crisis existencial tremenda. Tenía que resolver cosas conmigo mismo, mucha agua bajo el puente, alguna más turbia que otra. Y no quería seguir lastimando gente.
–¿Piensan tener más hijos?
Juliana: Sí, obvio. Para mí cuatro es un número perfecto. Todo está pensado para familias de cuatro: las habitaciones del hotel, los aviones, las mesas.
Mariano: Un hijo más queremos tener, seguro, aunque no todavía.
Mariano: Un hijo más queremos tener, seguro, aunque no todavía.
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